Necesarios contrastes

Después del revuelo causado por el ya famoso videoclip "Pizza in Ibiza", tuve la suerte de toparme el pasado viernes, con un joven de unos 30 años, en el avión de vuelta a Barcelona.


Nuestra conversación comenzó ya que a ninguno de los dos nos gustaban (ni nos gustan los aviones). Entonces aproveché para contrastar opiniones, necesitaba saber que opinaba de la isla.


Para empezar Óscar, me explicó que había pasado 3 semanas en la isla residiendo en dos lugares, primeramente en una casita de campo situada en Santa Eularia y seguidamente en un apartamento situado en Playa den Bossa. Como era de esperar su estancia en la primera residencia fue espectacular, nada de ruidos, rodeado de campo... Pero al llegar a la segunda, con ella también llegó el desfase.


A la pregunta, qué te ha parecido la fiesta? Me contestó que únicamente salió en una ocasión; cosa que me sorprendió. Pero Óscar ya había venido antes a Ibiza a eso. Esta vez quería conocer la isla y ver el día a día de los ibicencos.Y Así hizo, visitó nuestros restaurantes, trasnochó en el pasajes del puerto y la plaza del parque, fue a nuestras maravillosas playas (muy impresionado con el agua de Cala Saladeta) y vivió lo que el llamaba la “calma ibicenca” definida como ese no estrés para llegar a ningún lado y la amabilidad de los ciudadanos a los que no les cuesta nada abrirse al resto.


Me ahorré una de mis preguntas al saltar él directamente con el tema policial. "He visto un único control durante las tres semanas y era en la rotonda del huevo de San Antonio". "Los policías pasan mucho de los guiris verdad? Les hemos visto pasar por delante de mucha gente en estado penoso y no hicieron nada". Quedó bastante insatisfechó al ver la poca presencia policial en horas nocturas, llegando los dos a la misma conclusión: La policía nunca está cuando ha de estar, con la de
dinero que sacarían haciendo controles de alcoholemia y drogas y no multando a coches en doble fila...


Quizás necesitamos más Óscars en la isla puesto que con él contaremos en breves ya que afirmó estar tan enamorado de ella que en octubre volvería para quedarse.
Quizás también el Govern debería insistir y plantear mejor campañas que capten a este turismo, aquel que queremos que vuelva año tras año para admirar la belleza de nuestra tierra, esa misma que perdemos día tras día, eso sí también se puede salir de fiesta, pero respetando.


En definitiva, este Óscar alegró mi viaje de vuelta, no siempre se sonríe cuando te marchas de casa.