No se le da importancia hasta cierto momento en la vida,
él viene y se va, se marcha y regresa y
aunque no lo parezca depende tanto de nosotros como nosotros de él.
Cuando aparece desvela a los que duermen la mona en las blancas arenas, cuando se marcha lo hace con un gran aplauso.
Hasta se ha convertido en un fenómeno social o eso parece.